Redefiniendo ese concepto de edad

Se dice que el promedio de vida es de alrededor de los 73-75 años, actualmente. Eso quiere decir que esa mediana edad es alrededor de los 36-38 años. Y cuando uno lo piensa así, es realmente sorprendente. Antes se pensaba que la mediana edad era ya bien entrados tus cuarentas, adoloridos y marchitados.

Y sí, en el mundo actual realmente no es fácil ir contra esa corriente que dice que envejecer es malo. Por eso hay tantas herramientas para evitarlo. Por eso hay ese constante rechazo a envejecer, a decir tu edad, a que te rechacen en trabajos porque tienes cierta edad, etc.

Pero también hay muchas personas que demuestran que la edad es sólo un número. El ser joven no te absuelve de ser una buena persona, o de tener buena salud. Como tampoco lo impide el ser de mediana o tercera edad.

No voy a negar que cuando me dicen que parezco más joven, se me alumbra el rostro… vamos, que es agradable. Para mí significa que he cuidado de mí relativamente bien.

Tal vez, debamos de dar más importancia a cómo crecemos, como personas, en vez de a cómo envejecemos. Envejecer es parte del proceso natural de vida… nadie escapará de eso.

Pero el crecer, el ampliar la visión, el cumplir los sueños, el experimentar la vida, eso no se puede medir, y eso puede pasar en cualquier etapa.
Antes de cumplir 40, hubo varios meses que realmente me sentía "vieja", navegando esos cambios hormonales que aún no tenía claros, pero que habían afectado mi cuerpo y mi cerebro.
Sin embargo, esos cambios hormonales nunca afectaron mi esencia, mi intuición, mi conexión espiritual.
Y cuando sólo hay neblina y oscuridad, no puedes usar los ojos para ver — tienes que aprender a caminar en la niebla y confiar en tu voz interior. Ver más allá de las apariencias.

Y las apariencias dicen que la edad importa: para verte de cierta forma, para tener atleticismo, para ciertos trabajos, para poner un número a tu capacidad intelectual… todo eso es sólo ruido.
Es ruido, a menos que te lo creas.
Pero si hay personas de 60, 80 años que se ven increíbles, rebosan de salud e inteligencia, ¿por qué no tú también?

Nunca es tarde para soñar un nuevo sueño, para tomar un camino nuevo, para aprender algo nuevo, para arriesgar, para experimentar.
Todo lo que dice que estás muy viejo para tal o cual cosa, que ya a tu edad debes limitarte y debes conformarte con tal y cual… todo eso son puras mentiras; mentiras de personas que no hacen olas, que sólo existen con miedo.

Mientras haya personas que empujen las barreras, que rompan los límites, esa mediana edad y el envejecimiento solo será eso: una marca en el camino, no el destino.

A la edad que tengo ahora

Sé que puedo atravesar esos obstáculos, cambios y mareas en mi vida.
No porque no tenga miedo, sino porque cada vez más confío en mí misma y en mi capacidad de afrontar mi propia vida.

¿Y tú, qué historia sobre la edad te estás contando?
¿Es tuya… o la heredaste?
Tal vez es momento de escribir una nueva.