
¿Cómo te Sientes Hoy?


Me gusta esta pregunta. Es más probable que la mayoría responda con un simple "bien", y me identifico. Cuando entras a la perimenopausia, de pronto, esa pregunta tiene un significado más profundo, y la respuesta ya no es tan sencilla.
Lo cierto es que, las semanas cuando las hormonas fluctúan de forma más marcada, el estar bien se siente un poco distante. ¿Cómo me siento hoy? confusa, emocional, cansada...o emocionada, alegre, desinteresada. Es gracioso que nuestras emociones suelan dictar cómo va nuestro día. No es algo fácil de controlar ni manejar. Si te sientes cansada y confusa, ese tinte se esparce a las actividades del día, es como ir contra corriente.
Las emociones son parte del día a día y es normal no estar contentos todo el tiempo o sentirnos cansados. Sin embargo, en esta etapa, esas mismas emociones dependen de la variación y fluctuación de las hormonas, y lo que en un momento pareció una buena idea, en un día donde el estrógeno anda alto y la progesterona baja, las dudas pueden inundar tu ser. Lo entiendo perfectamente. Y no se trata de engañarse y forzarse a sentirse bien.
Se trata de encontrar orden en el caos, de rendirse al caos. Sí, esa palabra, rendirse...es muy usada en estos tiempos; no siempre concuerdo con esos temas, pero en cuestión de emociones y perimenopausia, la respuesta más pacífica es simplemente rendirte al momento...porque luego esas emociones van a volver a cambiar.
Esas mismas emociones se pueden sentir como un mar tormentoso, del cual no puedes salir ni ver la costa, o pueden ser un océano calmo y tibio, donde flotas y te dejas llevar por la corriente.
Si te sientes cansada, de nada sirve sentirte mal por eso, o tomar más café o lo que te funcione para sentirte con más energía; no necesitas cambiar nada, tampoco tu rutina. Sólo el aceptar que en este determinado día te sientes cansada, triste y/o etcs. Es un reconocimiento a toda la amplitud de tu ser. Cuando estamos alegres no nos esforzamos por cambiar ese estado...solo lo disfrutamos y nos movemos con ello. ¿Por qué entonces, cuando estamos experimentando emociones contrarias, ponemos tanta energía en cambiar ese estado?
Allí se desperdicia energía, se va contracorriente y hace que esa emoción se vuelva más pesada de llevar aún.
No se trata de adaptar tu vida a tus emociones, sino de dejar esas emociones ser y continuar con tu vida, con tu rutina del día, con tu plan semanal. Ni siquiera se trata de ser inflexible o tener disciplina. De cierta forma, es seguir esa corriente, ese "flow" de lo que es hoy. Porque cuando las emociones son "positivas", sí quieres estar en ese "flow", pero cuando se sienten "negativas", entonces, tienes que cambiarlas, muchas veces a la fuerza, lo que implica usar energía que podrías usar en continuar con tu día.
Yo siempre he sido una persona muy sensible y emocional, y hasta hace no mucho, me dejaba llevar por esas olas, adonde me llevasen. Si estaba triste, todo mi día era triste, tenía menos energía para cualquier cosa, tiraba mis planes por la ventana. Si estaba contenta, planeaba todo lo que quería hacer, me hacía compromisos, gastaba en cosas que después... no me servían.
Es como dejar a esa fuerza emocional, muy acuática, dictar tu vida, tus proyectos, tus planes, tus pasos. Y, por lo menos para mí, esta etapa de la perimenopausia, con sus altibajos marcados, está empezando a ser una etapa de transformación y renovación de viejos hábitos y actitudes que no me llevan a ninguna parte y no se alinean con lo que deseo para mi vida, ni con mi visión ni propósito.
Debajo de esas aguas tormentosas o calmas, debajo de ese océano, hay algo más, hay mucho más. Las emociones son como una punta de iceberg; es la superficie lo que vemos, pero muy adentro hay mucho más. Es esa calma perenne, inamovible, que es el alma, la energía... es esa calma en medio de la tormenta.
Incluso si no estás en la perimenopausia, pero estás más sensible o emocional de lo usual, detente un momento y pregúntate por qué deseas cambiar ese estado, ¿acaso es más fuerte que tu voluntad? No modifiques tu día para que se adapte a tu humor; continúa con tu día con el humor que tengas. Estoy segura de que hay cosas más importantes en que enfocarte, donde te mantengas en un estado neutro, sin fijarte en una determinada emoción o la ausencia del estado emocional que quieres.
Hoy fui al gimnasio. Estaba cansada, con sueño, un poco adolorida, fastidiada, muy confusa. Afuera llovía como si se hubiera roto el cielo... Fui, seguí mi rutina del día, mientras hacía preguntas a chatgpt en mis descansos, y me enfoqué en mis ejercicios. Salí y, por suerte, había sol y ya no llovía. No me enfoqué en cambiar mi estado emocional o en no sentirme cansada y en formas de cómo cambiar eso, sino que mi foco estaba en lo que me importa a largo plazo, en mis no negociables... no en la satisfacción inmediata.
A veces solo toma salir afuera y respirar, sin importar el clima, o darte espacios de reflexión, sin excusas, para entender que todo se mueve a nuestro favor siempre.
Cmc.