Ciclos

Cuando las hormonas se estabilizan, me pongo a pensar sobre el significado de la perimenopausia, desde una perspectiva más amplia. Pienso, cómo habrán hecho las mujeres en esas culturas ancestrales, donde había una conexión más palpable con el cosmos y el Todo.

Al parecer, envejecer no está de moda, ni lo ha estado por mucho tiempo. Sin embargo, envejecemos cada segundo, cada minuto, cada mes y año…es inevitable.

Es parte de nuestra naturaleza humana, ¿ por qué lo rechazamos tanto? Tal vez sea que cada vez estamos más cerca a la muerte, y es algo que asusta a muchas personas…

Sin ir tan profundo, si se sabe envejecer, se crece con cada experiencia, se aprende constantemente, se entra en capítulos diferentes, ninguno parecido al anterior de un libro interesante y lleno de experiencias de vida. Sin arrepentimientos.

Nuestros cuerpos tienen fecha de expiración, y como mujer, pues las hormonas también. Cuando era joven no apreciaba para nada tener menstruación, deseaba con tanta fuerza simplemente dejar de menstruar. No tenía idea de lo que implicaba en el cuerpo dejar de menstruar, para una mujer.

No es que ahora me encante, pero estoy haciendo las paces con ella.

Según una perspectiva más mística y esotérica, el período mensual es una limpieza interna de la mujer, tanto a nivel físico, como emocional y mental…y hasta me atrevería a decir que energético, de alguna forma. Las mujeres estamos más en sintonía con los ciclos, porque lo vivimos todos los meses. Es como estar en sintonía con los ciclos de la naturaleza, del cambio de las estaciones, del mudar de piel porque ya toca, de empezar algo nuevo porque es la hora de hacerlo…de hibernar cuando el alma lo necesita.

Ahora, me parece más un baile que tenemos más facilidad para aprender, en comparación con los hombres. El estar en sintonía con la naturaleza de la vida. Con los ritmos de la existencia. Es una ventaja, podemos limpiarnos sin esfuerzo constantemente, deshacernos de lo que ya no sirve y pesa, porque nuestra anatomía lo apoya de forma innata.

En estos tiempos, con tanta estimulación alrededor y facilidad de acceso a mucho, es más difícil estar en sintonía y entrar en sintonía con esa naturaleza de mujer. Sin embargo, es algo que llevamos dentro, no tenemos que ir a buscar allá afuera, es sólo conocer el ciclo que cada una lleva dentro.

Cuando las hormonas andan estables, puedo reflexionar con más claridad y sentirme más conectada conmigo misma, sin esfuerzo. Hago el trabajo para los días en que todo se siente un remolino dentro, y ese control de mis emociones se me escapa de las manos. 

Tal vez el control no importa, al final de todo. Lo que importa es aprender a vivir la vida que tenemos ahora.

Cmc.